Capítulo 18. Aquí mando yo

Gabriel.

Mi cuerpo estaba en calma. Ya no había dudas ni temores. Me senté en la cabecera de la mesa. Era larga, metálica y llena de manchas. La energía de Isabella aún estaba en mi cuerpo, pero ahora solo sentía la presión del poder.

A mi derecha estaba Diego, sonriendo como un tiburón. Detrás de...

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