Capítulo 37. El Dueño del Infierno

Gabriel.

El Consorcio De la Vega no era solo un edificio; era un monolito de cristal y acero que dominaba el horizonte de la ciudad. Mi oficina de CEO, en el piso más alto, me ofrecía una vista extensa y sin obstáculos del imperio que mi padre había construido.

Desde que papá había salido de prisi...

Inicia sesión y continúa leyendo