Epílogo.

—¿Estás nervioso? —le pregunto a Will, mientras esperamos que la doctora entre a la consulta. Se voltea a verme y sus ojos azules me demuestran que sí, lo está. Levanto mi mano y le pido con el gesto que se acerque, para acariciarle la mejilla—. Todo está bien, solo descubriremos hoy si será un nene...