89. Regreso

ALICE

Mi cuerpo reaccionó antes de que mi mente pudiera procesar lo que estaba pasando.

—Alaester… —susurré, corriendo hacia la entrada del dormitorio.

Él estaba allí. Ensangrentado, sudoroso, con los ojos pesados por el cansancio, pero mi Lycan estaba vivo.

—Hola, pequeño diablo —dijo con v...