36

Estoy estupefacta, Aleksander ha vuelto con un animalito entre sus manos. Es un gato pequeño. Me le quedo mirando en el desconcierto que ha causado el felino.

—Mira nada más, no sé cómo pudo llegar hasta aquí, ¿tienes idea?

La verdad es que no.

—No, ¿puedo sostenerlo? —susurro ansiosa.

—Da igual, tó...