Capítulo cuarenta y ocho

Enzo

Me siento en silencio mientras él me ignora, revisando algunos documentos en su mesa. El Tío Big Tone simplemente se queda de pie a un lado, apoyado contra la chimenea encendida, fumando uno de sus caros puros. Sabía lo que intentaban hacer. Intentaban intimidarme. Pero olvidan que he vivido...