50

Antes de caer la noche, Axel llegó a mi casa. Su cabello estaba desordenado y sus ojos llorosos. Quiso abrasarme, parece que tenía miedo de mi reacción cuando lo esquivé. Me reclamó porque me había vuelto sin ellos. Le di una cachetada por sinvergüenza, se atrevía a hacerse la víctima cuando con mis...

Inicia sesión y continúa leyendo