CAPÍTULO 32

Llegar al centro comercial no fue para nada complicado, lo que si resulta complicado es ver como Yeila paga y paga cosas que posiblemente nunca use. Que lindo sería tener todo el dinero que quiera para gastar sin mover un dedo.

—¡Vamos, escoge algo más lindo! —me aleja de la ropa con colores suaves ...

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