capítulo 13.

El Coliseo era un solo rugido. Gritos, llantos, pasos desesperados.

Las hembras que habían saltado desde las gradas fueron reducidas en segundos a presas de los Bersakers: colmillos desgarrando carne, garras arrancando miembros. La piedra antigua temblaba bajo el estrépito de la matanza.

Yo lo obse...

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