Capítulo 14.

—Haz que funcione —dijo el tipo sin siquiera mirarlo, con la voz áspera, como si yo no existiera.

Después se giró apenas lo suficiente para clavarle los ojos a Markos.

—Y no vuelvas a interrumpirme con tonterías como esta cuando sabes muy bien que tú eres el encargado del entrenamiento.

El gruñido...

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