Capítulo 18.

Habiendo entrenado con algunos Bersakers recién convertidos, Reinelle conocía dos verdades irrefutables: uno, tenían un temperamento explosivo; dos, su fuerza equivalía a enfrentarse a cinco osos machos adultos en plena furia.

Y el que tenía delante no olía a novato. Cada músculo de Kraiven vibraba...

Inicia sesión y continúa leyendo