Capítulo 52.

Markos miró hacia la puerta otra vez, como si esperara que alguien apareciera en cualquier momento. Luego me señaló con la mano para que me acercara. Me levanté despacio, cuidando de no despertar a mi cachorra, que dormía con la boca abierta y la respiración tibia contra mi clavícula. Caminé hacia é...

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