Confusión II

No es hasta que salgo de mi closet con el uniforme escolar que me detengo a ver a Alejandro aún desmayado en mi cama. Con un giro de ojos, agarro la almohada más cercana y se la tiro a la cabeza.

—Alejandro.

Él se mueve, pero no se levanta. Tiro otra almohada, esta vez golpeando su cara.

Con un ...

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