Capítulo 50

El dolor nublaba la visión de Emily, pero continuó luchando desesperadamente.

—No desperdicies tu energía —se burló Olivia, su rostro torcido por la malicia—. Elegí específicamente esta habitación privada porque es completamente insonorizada. Nadie entrará.

Olivia sujetó la mandíbula de Emily, int...

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