Capítulo 54: Consecuencias inesperadas

BRYCE

Mi padre caminó con calma hasta sentarse en uno de los sofás de cuero en el centro de mi oficina. Miré la puerta abierta, por la que Anneliese acababa de pasar corriendo hacia el ascensor con sus cosas en la mano, dejándome angustiado.

—Siéntate —ordenó.

Pero todo lo que quería era ir tras ...