Capítulo 18

Me desperté y estaba acostada a lo largo de la cama. Emiliano, a mi izquierda, estaba de lado mirándome dormir. Sonrió cuando abrí los ojos y preguntó:

—¿Tienes hambre?

Lo miré y asentí con la cabeza. Todavía estaba enojada con él, pero mi siesta había neutralizado mi rabia. Se levantó de la cama ...

Inicia sesión y continúa leyendo