Dame la mano y saltamos juntos.

—¿Me aceptas otra vez? —pregunta impaciente —. Te observo mirarme sin decir nada y siento que el corazón se me va a escapar por la boca. ¿Será que todo esto es simplemente porque querés despedirte? O quizás dije algo que te molesto y de verdad queres que salga de tu vida o tal vez… —No pudo decir...