48 horas para destruir una vida.

Dante se encontraba en su oficina, con una sonrisa plantada en el rostro, mientras pensaba en lo feliz que se sentía porque Aby le había dado una nueva oportunidad.

Tenía muchos planes para los dos y su hija.

Deseaba llevarlas a recorrer el mundo, comprarle todas esas cosas que le pidiera su peq...