Juguemos, nena. (Parte 2)  

Suelta sus manos y piernas antes que se les acalambre, luego le saca el antifaz.

Se sonríen tan pronto se ven y luego él presta atención en sus muñecas, las cuales están sonrojada producto de los amarres y dedica unos segundos para besarlos y acariciarlos.

—Me gusta mucho el Dante de ahora, que defi...