Una decisión un tanto precipitada. 

Tan pronto llegó al baño, empujó la puerta y no se percató que esta no se cerró.

Tomo el móvil y se lo llevó a la oreja para escuchar el audio de Martín y mientras lo oía, acariciaba su vientre.

“Aby, perdóname que no puedo mantener mi boca cerrada, pero esto es demasiado difícil para mí. Yo sé ...