110. Vieja pesadilla

—No te preocupes, tía Sheila, le diré a Leonel en cuanto llegue —dijo Joss con el celular entre la mejilla y el hombro mientras hablaba con Sheila y secaba los platos del café. Aparentemente, el café para muchos no ocurría hasta después de las 10:00 a.m., y la culpa en este caso era de Leonel, quien...