10. El manejador y el protector

El día amaneció y, como el sol del desierto había prometido desde las primeras horas de la mañana, hoy iba a ser uno de esos días 'espectaculares'.

Soraia ya está levantada, vestida y más confundida que ayer, después de todo sabía que en cuanto Julio César la viera, le pediría una respuesta de la q...