Capítulo dieciséis

Es medianoche cuando me despiertan unos golpes fuertes en la puerta principal. Reviso mi teléfono de nuevo. Un total de cincuenta llamadas perdidas.

Sé por la forma en que está golpeando que va a ser una noche larga. Pienso en no abrir, pero sé que no se irá, además no quiero ser esa vecina con un ...