Capítulo veinte

Mi salvador, que había estado de pie en la esquina observando esta locura con asombro, decide intervenir.

—Ella solo estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado, pero por suerte llegué a tiempo —dice.

La reacción que obtiene, sin embargo, no creo que la haya anticipado.

—¿Y dónde estab...