Stanley

Ruth lo miró y luego a su bolsillo, sin decir una palabra abrió la puerta para él ya que sus manos estaban ocupadas con la ropa. Vieron a la vendedora que los atendía parada no muy lejos del probador. Ruth se preguntó si los había escuchado mientras se besaban en el vestidor.

Robert le entregó la r...

Inicia sesión y continúa leyendo