veintiséis

Después de ser mucho más cuidadoso al escuchar en las puertas para no volver a encontrarme con eso, finalmente encuentro un baño vacío.

Entro y cierro la puerta, apoyando mi espalda contra la madera mientras trato de controlarme, el dolor entre mis muslos pulsando al ritmo de los latidos de mi co...

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