Treinta y ocho

¡Dios! Soy un idiota.

No sé en qué estaba pensando. Parece algo tan insignificante, tomar una papa frita de su plato, pero eso es algo que haría si él fuera mi novio o algo así. Pero no lo es, no importa cuánto lo desee. Es solo un chico con el que voy a la escuela, y yo soy solo otro chico—un am...

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