Capítulo 14 Lecciones aprendidas

Número uno, nunca debí haber vendido mi coche. Era mío y estaba pagado. Podía usarlo para ir a cualquier parte y aún tener mi libertad… ¡O simplemente un coche para una emergencia! ¡Ahora no tengo nada!

Número dos, nunca debí haber aceptado no conseguir otro trabajo. ¿Quién demonios se cree que es ...

Inicia sesión y continúa leyendo