28. ¿Por qué te importa?

—Victoria—. Mi nombre sonando firmemente en la voz profunda y ronca de Mr. Pollock me hace estremecer. Fijo mis ojos en él, notando que sus cejas están bajadas y fruncidas, haciendo su mirada aún más severa. —¿No crees que has tomado demasiados tragos para jugar?

Abro los labios para responderle, p...

Inicia sesión y continúa leyendo