¡Secuestrado!

De repente, las ventanas del vehículo se rompen y las puertas se abren de un tirón. Frente a ellos hay cinco hombres enmascarados que los sacan del coche y les ponen vendas en los ojos.

—¡Caminen! —les ordenan. Los llevan por unas escaleras, a través de unas puertas, hasta que los empujan a una sil...

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