Estoy enamorada

Me levanto de mi silla, agarro a Loraine por la cintura y simplemente ignoro a ese bastardo. Caminamos por la terraza hasta el muelle donde está amarrado mi bote.

—¿Cuál tomamos? Un yate entero no es tan íntimo. Vamos a elegir un catamarán más pequeño —digo a mi novia lo suficientemente alto como p...

Inicia sesión y continúa leyendo