Segunda parte: continuación del capítulo 36

—Ella no puede matarme aunque quiera. Nadie puede matarme —afirmó Nassor con confianza.

—No hay nada de malo en intentarlo —dijo Adio y fruncí el ceño, aunque no me volví para mirarlo.

«¿Qué está diciendo?» preguntó Jan confundida.

«Está jugando. No quiere que Nassor sepa nuestro plan» respondió ...