47

—Huye conmigo.

Esas palabras me rodean. ¿Cómo puede pedirme algo así en medio de mi crisis? El viaje de regreso a su ático no sirvió de nada. No podía dejar de pensar en su propuesta; de hecho, hizo que mis otros problemas parecieran insignificantes.

Nunca he sido una chica de bodas, nunca asistí ...