Capítulo 29

La Manada

En cualquier otra noche, los árboles quedaban solos para balancearse y hablar entre ellos sin interrupciones.

En cualquier otra noche, los pájaros disfrutaban de su tranquila comodidad, guardando su canto para el primer rayo del amanecer.

En cualquier otra noche, el suelo estaba libre de ...

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