Capítulo 71

El suelo estaba cálido debajo de mí.

Me desperté confundida, sin saber dónde estaba ni cómo había llegado allí. Mi ropa colgaba de mí en harapos, la grava se clavaba en mi espalda. Pero no tenía miedo. Sentía una calma que no había sentido en mucho tiempo—tal vez nunca.

Estoy en casa.

Una oleada ...

Inicia sesión y continúa leyendo