Capítulo 64

Olga

Cuando me di cuenta, estaba en una habitación blanca y brillante que olía a desinfectante. Levanté la mano para frotarme los ojos, pero un dolor agudo me hizo gritar.

La puerta se abrió y una enfermera entró. Me miró con una sonrisa en el rostro.

—Bienvenida de nuevo —dijo. Intenté incorpora...

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