Capítulo 128

No puedo creer esto. No puedo creer su descaro. ¿Cómo puede ser tan cruel? ¿Tratarme como si fuera un juguete? ¿Como si fuera una cualquiera a la que puede follar una noche y luego usar a su antojo, cuando y donde quiera?

¿Y qué me pasa a mí? ¿Dejar que me meta los dedos en medio de esa pizzería co...

Inicia sesión y continúa leyendo