Capítulo 31

—¡Has arruinado mi maldita vida, perra!

—Por favor, Jack. —Sollozos. El sonido de algo cayendo y vidrio rompiéndose—. Por favor, lo siento.

Cerré los ojos con fuerza por el dolor. Eran las 7:30 de la mañana. Temprano. Estaba esperando a que Félix viniera a recogerme para ir a la escuela mientras ...