Capítulo 19

Rosalind

No sé cuánto tiempo estuvimos besándonos, perdidos en el calor y la urgencia del momento, hasta que finalmente me aparté de su abrazo, sin aliento y agitada.

—Vamos a cenar— logré decir, con las mejillas ardiendo.

Para la cena, había planeado vieiras selladas con una salsa de mantequilla...

Inicia sesión y continúa leyendo