CAPÍTULO CINCUENTA Y UNO

—Me prometiste que me ayudarías a encontrar a mi hermano, ¿dónde está? —se quejó Liana.

Jack la había llevado a su casa, la cual ya había preparado para su llegada.

—No tienes un hermano, ¿de quién estás hablando? —le preguntó Jack.

—Llévame de vuelta, no quiero estar aquí.

—No, ya hemos llegado...