29. Amantes

Bianca

Fruncí el ceño, confundida. —Eso no es lo que estoy haciendo, Avery.

Él suspiró. —Tal vez. En realidad, no lo sé. —Avery tiró el edredón y se levantó de la cama—. No tengo problema cuando llamas y preguntas si puedes venir. Me encanta cuando lo haces. Pero cada vez que te quedas, no te ...