Capítulo 6 - Me vio como su taxista

Mi tía me trajo hasta el aeropuerto, pero no se bajó del carro. Nos despedimos y antes de bajarme habló.

—Juan Eduardo, por favor, cuídate.

—Siempre lo hago, tía.

—No me respondas como si nunca te fuera a pasar nada por la simple divina providencia.

—Otra vez con lo mismo, tía. Dime lo que d...

Inicia sesión y continúa leyendo