Capítulo 86 - Dolor del alma

No dije nada, por primera vez en mi corta vida me dejé consolar, porque la verdad el alma me dolía. —Cuando niña, una vez mi falsa tía me gritó que era regalada en el rincón en donde dormía en el piso, me limité a llorar por miedo y dolor… desde entonces se instaló un dolor en mi alma—. Pero aún...

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