19. ¿Freindzone?

Él la observaba caminar de un lado a otro, nerviosa.

Finalmente, se sentó en el sofá.

—He mantenido mi secreto oculto durante muchos años. ¿Puedes darme tu palabra de que me dejarás ir a casa después de que te cuente mi verdad?

A: No.

H: Shhhh.

—¿Por qué debes volver a casa? No hay nadie allí. T...