Capítulo 22

Bajo un poco la mirada y me imagino por unos instantes a Astrid abriéndome la cremallera y sacando mi pene para luego meterlo a su boca, un pequeño gemido ronco se me escapa de tan solo imaginarlo, niego repetidas veces con la cabeza, tratando de ahuyentar esos pensamientos. Decido levantarme e irme...