Capítulo 975 Indiferente

Johnnie se quedó quieto, sin moverse ni un centímetro.

Gabriella se movió y le lanzó una mirada. —¿No lo entiendes? ¡Tengo hambre y quiero comerte!

Johnnie permaneció en silencio, caminó hacia el sofá, se inclinó y la atrapó con sus brazos.

—¿Dónde quieres que tengamos sexo? —preguntó sin rodeos,...