CAPÍTULO OCHO

Santiago Romero.

Tan pronto como salí de la habitación, solté un suspiro. Esta chica realmente me está volviendo loco, nunca he sentido algo así por alguien en mi vida. Tiene un fuego que me enloquece tanto que ni siquiera puedo contenerme, su boca se ha convertido en mi adicción. «Ella no lo sabe,...