CAPÍTULO DIECINUEVE

Sophia Rodrigues.

Dos días después.

No lo niego, después de lo que pasó en esa habitación estaba bastante tímida. Apenas podía mirar a Vincenzo, sabía que él disfrutaba de mi vergüenza, simplemente no podía mirarlo. —Fue tan intenso que ni siquiera pude llamar a mis tíos, además, pensé que era mej...