CAPÍTULO 29: ¿VALE LA PENA?

Cuando Catalina despierta, no puede mover ni un musculo sin que le duela. Su cuerpo está bastante maltratado por lo rudo que le ha permitido ser a los dos hombres que han llegado a su vida.

Gruñe, con cada centímetro que da, y cuando abre los ojos y observa hacia los lados, se encuentra con la nada....

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