CAPÍTULO 96: PERFECTA SINCRONÍA.

Sabiendo que no podrá escapar nunca de este momento, Darwin asiente. Sí. También le excita saber que acatando sus órdenes, siendo Catalina una intermediaria, Magnus encuentre placer.

Con el corazón corriéndole en pánico por salir herido, coloca las manos en la cintura morena, direccionándola a la m...

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